Please contact us!
Niños jugando en una piscina de pelotas en un parque inflable interior de Santiago. Los parques de juegos cubiertos, como parques de trampolines y playgrounds blandos indoor, han ganado popularidad en Chile en los últimos años. Familias y jóvenes buscan opciones de entretenimiento activo bajo techo, impulsando un mercado en crecimiento. Actualmente existen al menos 5 grandes marcas de parques de trampolines operando en el país, con múltiples sucursales en regiones como la Metropolitana de Santiago, Valparaíso, Biobío y Los Lagos. Este sector ha mostrado crecimiento reciente, con nuevas aperturas en centros comerciales y localidades emergentes. La demanda se refleja en la proliferación de parques inflables gigantes y centros de camas elásticas que ofrecen experiencias novedosas para todas las edades. En suma, el mercado chileno de parques infantiles indoor está en expansión, caracterizado por una competencia creciente y gran interés de inversionistas en el ocio familiar.
El crecimiento del mercado ha sido notable. Hace una década estos parques eran escasos en Chile, pero hoy son una atracción habitual en varias ciudades. Por ejemplo, FunPark – un parque inflable con más de 2.000 m² – abrió en 2023 en el Mall Arauco Maipú de Santiago, convirtiéndose en uno de los recintos de entretenimiento familiar más grandes del país. Marcas establecidas han expandido sucursales: Trampoline Park pasó de operar solo en regiones del sur a tener locales en Santiago (La Florida, Las Condes), y cadenas internacionales como Chuck E. Cheese han incursionado en el mercado chileno enfocándose en centros comerciales. La oferta también se ha diversificado: algunos parques son 100% trampolines, otros mezclan zonas de salto con laberintos, piscinas de pelotas y juegos interactivos. Esta variedad de formatos indica una maduración del mercado, donde cada operador busca diferenciarse. Además, la realización de cumpleaños y eventos corporativos en estos recintos se ha vuelto común, agregando flujos de ingresos y contribuyendo al auge de nuevas aperturas.
Varios factores explican por qué los parques de juegos cubiertos están en alza en Chile:
Urbanización y vida en la ciudad: Chile es un país altamente urbanizado, con cerca del 87,8% de la población viviendo en áreas urbanas
. En la Región Metropolitana de Santiago, que concentra ~40% de la población nacional, muchas familias habitan en departamentos o casas sin grandes patios. Esto genera necesidad de espacios de esparcimiento seguros para niños bajo techo. Los parques indoor ofrecen a los pequeños un lugar donde liberar energía y jugar libremente, algo especialmente valorado en entornos urbanos densos.
Clima y opciones bajo techo: En ciertas regiones el clima impulsa la demanda de entretenimientos cubiertos. En Santiago, los inviernos lluviosos y con episodios de contaminación limitan las actividades al aire libre. Más al sur, en ciudades como Valdivia, la lluvia frecuente hace que la entretención familiar ocurra principalmente en recintos techados. Un parque de trampolines indoor permite diversión todo el año, independiente del clima. Esto ha llevado a que proyectos como Kangú Park en Valdivia se conciban para satisfacer la necesidad local de ocio familiar a cubierto.
Cultura infantil y conciencia saludable: Existe una creciente preocupación de padres y autoridades por combatir el sedentarismo y la obesidad infantil. Iniciativas gubernamentales (programa Elige Vivir Sano, ley de etiquetado nutricional, etc.) promueven la vida activa en niños. En este contexto, los parques de trampolines encajan perfectamente: son espacios de juego activo que mejoran la coordinación y condición física mientras los niños se divierten. Muchos padres ven estas actividades como una alternativa saludable a los videojuegos y pantallas, alineada con las tendencias de bienestar infantil.
Auge de centros comerciales y ocio familiar: La última década vio un boom de malls y centros comerciales en Chile, que ahora compiten por atraer público ofreciendo más que compras. La entretención familiar se ha vuelto un elemento ancla en los malls modernos. Espacios para niños, como plazas de juego, parques temáticos o trampolines, aumentan el tiempo de estancia de las familias en el centro comercial y generan lealtad de los clientes. Conceptos como el “retail-tainment” (retail + entertainment) se adoptan con fuerza: los centros comerciales integran atracciones de alto impacto para brindar experiencias únicas. Por ello, no es casualidad que muchos parques indoor en Chile estén dentro o junto a malls (ej.: Mall Sport, Mall Plaza Los Dominicos, Mall Plaza Oeste, MegaPlaza Buin), aprovechando la afluencia de público y la infraestructura disponible.
En conjunto, estos factores sociales y económicos han creado un terreno fértil para que proliferen los parques de juegos bajo techo en Chile, especialmente en Santiago y alrededores, donde confluyen alta urbanización, familias jóvenes y centros comerciales en expansión.
El mercado chileno cuenta con diversos competidores locales ya establecidos. A continuación, destacamos las principales marcas, sus modelos de negocio y ubicaciones clave:
FunPark: Parque de diversiones inflable considerado el más grande de Chile, con 2.000 m² de atracciones blandas y toboganes. Está presente en Mall Arauco Maipú (Santiago) y en otras ciudades (La Serena, Viña del Mar, Concepción). Orientado a toda la familia (niños desde 3 años con acompañante), FunPark opera por turnos de 1 hora y se especializa en experiencias de salto seguro y adrenalina en castillos inflables gigantes. Su modelo se enfoca en tickets por tiempo y venta de accesorios (calcetines antideslizantes obligatorios).
GoJump: Parque de trampolines con sucursales en Santiago (Mall Plaza Los Dominicos, Las Condes) y Viña del Mar. Ofrece zonas de salto libre, cancha de básquetbol con camas elásticas, cage ball (juego exclusivo de pelota en trampolines), dodgeball, muro de escalada, piscina de espuma y cafetería. Se orienta a niños y adolescentes, pero también atrae adultos jóvenes en busca de ejercicio lúdico. Sus entradas van desde ~$5.000 por 30 min hasta ~$12.500 por 2 horas. Cuentan con salones para cumpleaños y eventos, integrando un modelo de negocio mixto de tickets más eventos privados.
Summit Trampoline Park: Cadena con parques techados en Santiago (comunas de Peñalolén y Quilicura). Sus locales incluyen decenas de trampolines interconectados y actividades como dodgeball, carriles de básquetbol para slam dunk, barra de batalla, piscina de espuma y muros para saltos de pared. Summit destaca por atraer a familias completas y grupos de amigos; incluso ofrece pases diarios ilimitados para quienes quieran pasar el día entero saltando. Sus tarifas rondan $6.500 la hora y $9.800 por 2 horas. Tienen programas de membresía y promociones especiales, así como servicios para fiestas infantiles.
Trampoline Park (Chile): Marca enfocada inicialmente en el sur de Chile, con sucursales en Puerto Montt y Temuco, y recientemente presencia en Santiago (La Florida, Las Condes, Quilicura)
. Sus parques suelen situarse dentro de malls (Mall Paseo Costanera, Mall Vivo Outlet) y cuentan con áreas de trampolines libres, zonas de dunk de básquetbol, muros de escalada y piscinas de espuma. Se promocionan como “el parque de trampolines del sur” y adaptan su oferta al mercado local con precios accesibles (≈$5.500 la hora). Modelo de negocio: entradas por tiempo, con énfasis en seguridad y personal entrenado. En Santiago operan bajo la misma marca, posicionándose como referente local en camas elásticas.
Jumper Trampoline Park: Operador con presencia en Santiago (sector oriente) y en Viña del Mar. Sus parques se distinguen por incorporar zonas temáticas, por ejemplo: área de trampolines profesionales, zona ninja course con obstáculos, slam dunk de básquetbol, zona para niños pequeños (mini jumper para <1 metro de estatura), e incluso cafetería con vista panorámica para padres. Manejan un modelo de venta de entradas en línea con precios competitivos (aprox. $6.900/hora días de semana)
. Apuntan a atraer tanto a niños como a adolescentes, ofreciendo promociones 2x1, eventos nocturnos “After Jump” fluorescentes, y convenios con colegios y empresas para eventos grupales.
Hams Kids: Espacio infantil presente en Mall Plaza Oeste (Cerrillos) y Mall Plaza Norte (Huechuraba) de Santiago. Combina un laberinto gigante multi-nivel con camas elásticas integradas y piscinas de pelotas
. Está orientado a niños más pequeños (rangos preescolares y primeros básicos) que van acompañados de sus padres. Cobran tarifa fija (~$7.000 por hora)
y su modelo está más cerca de un playground infantil tradicional, siendo parte de la oferta de entretenimiento de los malls. Su fortaleza es ser un panorama seguro y atractivo para los más pequeños, con instalaciones blandas.Family Park: Cadena chilena de centros de entretenimiento familiar con varias ubicaciones en Santiago (Maipú, Ñuñoa, Las Condes, Lo Barnechea). No son exclusivamente trampolines, pero incluyen zonas de salto dentro de una oferta más amplia que abarca juegos electrónicos, kiddie rides y máquinas de tickets. Operan con tarjetas recargables en vez de cobrar por tiempo: el usuario carga saldo y lo usa en distintos juegos (incluyendo trampolines por intervalos). Este modelo tipo arcade los diferencia, y atrae principalmente a niños de 5 a 12 años en plan de “cumpleaños en el mall” o salidas de fin de semana. Su presencia en ubicaciones premium (ej. Mall Alto Las Condes) les da buen flujo de público.
Coney Park / Coney Jump: Coney Park, un actor regional en entretenimiento (de origen peruano), ha incorporado secciones de trampolines llamadas Coney Jump en algunos de sus locales. Por ejemplo, en el Mall Plaza Vespucio existió un Coney Jump enfocado en niños, con piscina de espuma y mini muro de escalada. Coney opera similar a Family Park, con fichas o tarjetas. Aunque su enfoque principal son los videojuegos y juegos mecánicos, su incorporación de trampolines muestra cómo hasta las cadenas de arcades tradicionales ven importante ofrecer atracciones físicas.
Candy Park Buin: En la comuna de Buin (al sur de Santiago) destaca este parque de diversiones infantil indoor. A diferencia de los anteriores, Candy Park está dirigido a niños más pequeños (toddlers y preescolares). Cuenta con juegos blandos, inflables pequeños y una cómoda cafetería para padres y niños. Ubicado en una zona céntrica de Buin (Carlos Condell 750), se ha convertido en un panorama imperdible para familias de la comuna. Su modelo de negocio combina entrada libre por bloques de tiempo con la venta de café y snacks; también ofrece celebraciones de cumpleaños íntimas. Candy Park muestra que incluso fuera de la urbe principal hay demanda de entretenimiento infantil de calidad.
En resumen, la oferta competitiva es variada. Unas marcas enfatizan la especialización en trampolines deportivos, otras apuntan a la diversión integral familiar. Casi todas, sin embargo, coinciden en ciertos elementos: cobran por tiempo de juego (o usan sistemas de crédito), requieren calcetines antideslizantes obligatorios por seguridad, y ofrecen servicios anexos como fiestas de cumpleaños, eventos escolares o corporativos. Geográficamente, la mayoría se concentra en Santiago y ciudades grandes, lo que deja espacio en comunas periféricas y regiones secundarias para nuevos actores.
La demografía objetivo principal de estos parques son, naturalmente, niños y niñas. Según el tipo de instalación, suelen segmentarse así:
Niños de 3 a 12 años: Constituyen el grueso de los usuarios. Los parques de trampolines generalmente fijan una edad mínima (o estatura mínima) por seguridad – típica es 3 o 5 años. Dentro de este rango, los más pequeños (3-6 años) disfrutan áreas blandas y piscinas de pelotas, mientras que los mayores (7-12) aprovechan trampolines grandes, juegos de dodgeball y circuitos tipo ninja. Son el foco de promociones escolares y paseos de curso.
Adolescentes y jóvenes: Muchos parques buscan atraer también a teens (13-17 años) e incluso jóvenes adultos. Actividades como basketball dunk, muros de escalada y competencias de obstáculos apelan a este grupo. Además, varios recintos han lanzado eventos especiales nocturnos o temáticos (ej. fiestas fluorescentes, competencias deportivas) para adolescentes. Este segmento suele asistir en grupo de amigos, especialmente los fines de semana.
Padres y familias: Aunque los adultos no siempre participan activamente en el juego, son parte fundamental de la demografía como acompañantes y decisores de compra. Los parques ofrecen áreas de espera cómodas, cafeterías con vista al juego, wifi y asientos, pensando en los padres. Algunos incluso permiten la entrada de adultos a las zonas de salto para que padres e hijos jueguen juntos (otros lo restringen solo a niños y personal). La experiencia está pensada para la familia completa, reforzando valores de compartir tiempo de calidad.
Centros educativos: Colegios, jardines infantiles y grupos escolares son un público objetivo institucional. Es común que parques indoor hagan convenios con colegios para recibir cursos en paseos de fin de año o premios de buen comportamiento. Programas como “paseos de curso – Aventura Jump” se han implementado en cadenas como Jumper Park, evidenciando la importancia de este segmento. Estos grupos traen decenas de niños en días de semana, fuera del horario pico, aportando ingresos adicionales.
Empresas y eventos corporativos: Otra arista de la demanda proviene de empresas que organizan eventos de integración, family days o actividades de team-building en estos parques. Algunos operadores ofrecen paquetes especiales para eventos empresariales, con horario reservado y personal dedicado. Aunque no es el core del negocio, representa un nicho interesante: adultos buscando divertirse como niños por un día, lo que amplía el rango demográfico hasta profesionales jóvenes.
Centros comerciales y socios locales: Si bien no son “consumidores” tradicionales, vale la pena mencionar que los malls y centros comerciales son prácticamente clientes/aliados de estos parques, ya que suelen ceder espacios en arriendo y colaborar en marketing. Un mall gana atractivo con un parque infantil, y el parque se nutre del flujo de visitantes del mall. Por eso el modelo B2B2C (empresa a empresa a consumidor) es relevante en esta industria.
En definitiva, la oferta de parques de trampolines y juegos cubiertos está diseñada para atraer a un público familiar amplio, centrado en niños pero abarcando hasta jóvenes y adultos acompañantes. La propuesta de valor se adapta: seguridad y estimulación para los más pequeños, deporte y desafío para preadolescentes, conveniencia y tranquilidad para padres, y oportunidades recreativas para escuelas y empresas.
El potencial de expansión del mercado chileno de parques indoor es significativo. A pesar del crecimiento observado, aún hay espacio para nuevos proyectos, especialmente fuera de las comunas típicas. Algunos puntos a considerar:
Localidades emergentes sin oferta actual: Fuera de Santiago y las capitales regionales, la oferta es escasa o nula. Ciudades de tamaño medio o comunas periurbanas (ej.: Talca, Iquique, Antofagasta, Punta Arenas, o comunas populosas de la RM como Puente Alto, San Bernardo, Quilicura) presentan oportunidades. Muchas de estas zonas cuentan con altos porcentajes de niños y adolescentes, pero las familias deben desplazarse lejos para encontrar entretención especializada. La falta de competencia directa en dichas localidades aumenta la viabilidad: un estudio en Valdivia mostró que el 100% de encuestados creía necesaria la creación de un centro de entretención familiar en su ciudad. Esto sugiere que en varias comunas hay demanda insatisfecha esperando ser atendida.
Crecimiento de la clase media y gasto en ocio: Chile ha visto incrementos sostenidos en ingresos familiares durante las últimas décadas, formando una clase media más amplia. Estas familias destinan una porción creciente de su presupuesto a entretenimiento de los hijos. El gasto en recreación se considera parte de brindarles experiencias enriquecedoras. Además, tras periodos de restricciones (como la pandemia), hay un efecto rebote con muchas ganas de salir y divertirse en lugares seguros. Invertir en un parque de trampolines bien ubicado podría capitalizar este impulso de consumo en ocio.
Centros comerciales en desarrollo: Continúan abriendo o renovándose centros comerciales que buscan incorporar anclas de entretenimiento. Esto abre oportunidades de alianzas o expansión mediante franquicias. Un desarrollador de mall preferiría un operador con experiencia; por ende, marcas existentes podrían franquiciar nuevos locales en ciudades donde aún no están presentes. La tendencia del retail-tainment asegura que habrá espacios disponibles para propuestas innovadoras dentro de malls y outlets, representando una chance para expandirse de la mano de grandes cadenas comerciales.
Diversificación de la oferta (one-stop entertainment): Existe la oportunidad de combinar trampolines con otros negocios complementarios (ej. cafeterías temáticas, escape rooms, realidad virtual, muros de escalada). Inversionistas podrían crear centros integrales de entretenimiento indoor que atraigan a diversos públicos bajo un mismo techo. El éxito de modelos híbridos en mercados vecinos (por ejemplo, Happy City en Colombia lidera con ingresos integrando múltiples atracciones
) sugiere que innovar más allá del trampolín puro puede capturar mayor cuota de mercado. La clave es mantener novedades para fomentar visitas recurrentes, ya que la novedad es un factor de éxito en el público actual.
Indicadores financieros atractivos: Los parques bien gestionados pueden lograr retornos interesantes. Planes de negocio en Chile han arrojado tasas internas de retorno (TIR) sobre 40% y recuperación de inversión en ~2 años para proyectos de trampolines medianos, gracias a los altos flujos de visitantes y tickets promedio. Si bien cada caso varía, estas proyecciones atraen la atención de inversionistas privados. Además, hay fabricantes internacionales de equipamiento (trampolines, estructuras blandas) buscando entrar al mercado chileno, dispuestos a apoyar proyectos llave en mano. Esto facilita la implementación y reduce barreras de entrada tecnológicas.
Buin como ejemplo de expansión: La elección de Buin para un nuevo parque de trampolines de 2.000 m² no es casual. Buin, a solo 30 minutos de Santiago, combina una creciente población familiar con flujo turístico (por el Buin Zoo, el zoológico más grande de Chile)
. Hasta ahora, la comuna tenía oferta limitada (Candy Park para niños pequeños), por lo que un parque de mayor escala cubrirá un vacío. Si la instalación tiene éxito, validará el potencial en otras comunas periurbanas similares (Lampa, Colina, Melipilla, etc.), incentivando a empresas a invertir fuera del circuito tradicional. Buin podría convertirse en un caso modelo de cómo llevar entretención moderna a ciudades satélite.
En conclusión, el mercado chileno de parques de juegos cubiertos ofrece oportunidades de crecimiento tanto horizontal (más locales en nuevas geografías) como vertical (ampliando servicios y experiencias). Los factores demográficos y culturales respaldan la sostenibilidad de la demanda. Para inversionistas, es un sector atractivo siempre y cuando se ejecuten proyectos con altos estándares de seguridad y se elijan ubicaciones estratégicas. La clave del éxito estará en innovar continuamente, generar alianzas (con malls, colegios, empresas) y ofrecer un servicio de calidad que fidelice a las familias.
Operar un parque de trampolines o juegos infantiles bajo techo en Chile conlleva cumplir con varias normativas y trámites regulatorios. Los aspectos más relevantes incluyen:
Permisos municipales y uso de suelo: Se debe obtener una Patente Comercial otorgada por la municipalidad donde operará el parque. Para ello, usualmente se requiere primero un Certificado de Informaciones Previas (CIP), que verifica el uso de suelo permitido en la dirección del local. Este certificado confirma si en la zona está autorizado un giro de entretenimiento o gimnasio, por ejemplo. Además, es necesario un Certificado Municipal de Zonificación con las normas de construcción aplicables en el área.
Permisos de edificación o habilitación: Si el parque implica construir nuevas estructuras o remodelar un espacio existente, se gestionan permisos ante la Dirección de Obras Municipales. Un Permiso de Edificación autoriza obras mayores (construcciones desde cero o ampliaciones significativas). En caso de solo hacer adecuaciones internas sin alterar la estructura principal, se tramita un Permiso de Obra Menor, para remodelaciones interiores como instalación de juegos, protecciones, etc.. Todo proyecto debe ceñirse a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción. Tras las obras, la municipalidad emite una Recepción Final acreditando que el local cumple las normas de seguridad edilicia.
Autorización sanitaria: Dado que son recintos de acceso público y en muchos casos incluyen cafetería o venta de alimentos, es obligatoria la autorización de la Seremi de Salud (autoridad sanitaria regional). Este trámite verifica las condiciones higiénicas y de seguridad: baños adecuados, ventilación, materiales no tóxicos, planes de aseo, etc. La resolución sanitaria suele demorar ~15 días hábiles y conlleva un pago del 0,5% del capital inicial declarado. Si el emprendimiento se considera de bajo riesgo sanitario y ambiental, podría acogerse al programa “Trámite Cero” para simplificar esta obtención.
Seguridad y normas técnicas: La seguridad infantil es primordial. Existen normativas internacionales que sirven de guía, por ejemplo la ASTM F2970-13 para parques de trampolines, que establece requisitos de diseño y operación seguros. Aunque Chile no tiene una ley específica solo para trampolines, el cumplimiento de estándares reconocidos es altamente recomendable y puede ser exigido por compañías de seguros o la misma Seremi. Esto abarca tener superficies acolchadas, redes o mallas de protección, fosos de espuma con dimensiones mínimas, altura libre adecuada del techo, entre otros. Asimismo, todo juego infantil importado debe contar con certificados de fabricación segura. Antes de abrir, Bomberos suele inspeccionar para verificar salidas de evacuación, extintores y planes de emergencia en regla.
Personal capacitado y reglamento interno: Legalmente, al ser una actividad de esparcimiento público, se debe contar con un Reglamento Interno de Seguridad a disposición del público y con monitores capacitados. Las empresas implementan inducción al personal en primeros auxilios, prevención de riesgos y protocolos en caso de accidentes. La ley laboral además obliga a afiliarse a una mutual de seguridad (IST, ACHS, etc.) que supervise condiciones seguras de trabajo en instalaciones de este tipo. Aunque no es un “permiso” propiamente tal, es esencial para minimizar riesgos operativos.
Patente comercial definitiva: Una vez cumplidos los requisitos previos (obra civil recepcionada, autorización sanitaria, etc.), la municipalidad procede a otorgar la Patente Comercial para el giro de juegos infantiles o gimnasio recreativo. Esto implica pagar una tasa trimestral basada en el capital de la empresa. Inicialmente se suele dar una patente provisoria para arrancar el funcionamiento mientras se finalizan todos los informes técnicos. Es importante también inscribir la empresa en el Servicio de Impuestos Internos (SII) con el giro correcto y obtener seguros de responsabilidad civil.
En síntesis, montar un parque infantil indoor en Chile requiere navegar tanto exigencias municipales (obras y zonificación) como sanitarias y de seguridad. Planificar con tiempo los trámites —que en conjunto pueden tomar un par de meses— es fundamental. Contar con asesores técnicos (arquitectos, prevencionistas de riesgos) facilita cumplir las normativas vigentes. El resultado de este rigor regulatorio es garantizar a las familias que el recinto es seguro, salubre y está formalmente autorizado, generando confianza en el público.
Para ilustrar el panorama, veamos algunos casos exitosos de parques de juegos cubiertos en la Región Metropolitana de Santiago y en Buin:
FunPark – Mall Arauco Maipú (Santiago): Inaugurado en 2023, este parque inflable techado de gran escala ha sido un éxito rotundo. Con más de 2.000 m², FunPark Maipú ofrece decenas de juegos inflables gigantes, desde castillos, toboganes, obstáculos y cancha de pelota. Su llegada generó amplia cobertura en redes sociales, promocionándose como “¡la experiencia inflable más grande!”. Operando a plena capacidad en fines de semana, FunPark demostró que existe apetito por atracciones familiares de gran tamaño en Santiago. Además, su ubicación en un mall popular asegura flujo constante de visitantes. La fórmula de entradas por turno de una hora y estrictas medidas de seguridad (staff atento, calcetines antideslizantes, aforos controlados) ha mantenido una alta satisfacción del público, consolidándolo como panorama familiar preferido en la zona poniente de la capital.
GoJump – Mall Plaza Los Dominicos (Las Condes, Santiago): Este parque de trampolines ubicado en la azotea del mall Los Dominicos se ha destacado por su oferta variada y calidad. Combina trampolines libres con zonas especializadas como muro de escalada y dodgeball, lo que atrae tanto a niños pequeños como a adolescentes deportistas. GoJump supo capitalizar su entorno: al estar en un centro comercial de alto tráfico, ha logrado convenios con marcas para eventos promocionales y exhibiciones. También es conocido por sus clases dirigidas (por ejemplo, sesiones de fitness en trampolín para adultos jóvenes) y por organizar torneos amistosos de quemadas (dodgeball) entre colegios. Su rango de precios accesible – partiendo de $5.000 por media hora – y la posibilidad de extender el tiempo de salto con tarifas decrecientes, lo hacen muy competitivo. La sucursal de Las Condes suele colmar su capacidad en vacaciones de invierno, prueba de su éxito sostenido.
Summit Trampoline Park – Peñalolén (Santiago): Uno de los primeros parques techados de trampolines de la capital, Summit supo ganarse una clientela fiel en el sector suroriente de Santiago. Inaugurado alrededor de 2018, este local en Av. Tobalaba (Peñalolén) ofrece una experiencia integral: además de trampolines de pared a pared, tiene “foam pits” (pozos de espuma) para saltos acrobáticos seguros, barras de equilibrio para peleas con cojines, y áreas para niños pequeños separadas. Summit Peñalolén fue pionero en ofrecer pases diarios ilimitados a precio fijo, incentivando a las familias a pasar tardes completas allí. También implementó un sistema de membresía mensual para residentes cercanos, lo que le aseguró afluencia incluso en días de semana. Este caso demuestra cómo la innovación en modalidades de uso (no solo cobrar por hora estándar) puede crear una comunidad en torno al parque. Tras varios años, Summit continúa operando con éxito y expandió su marca a otra comuna (Quilicura), validando su modelo.
Candy Park – Buin: En el contexto local de Buin, Candy Park es un caso a resaltar. Abierto desde 2019, este pequeño parque infantil cubierto rápidamente se volvió popular entre las familias de la comuna. Con un aforo más limitado y juegos orientados a primera infancia, supo llenar el vacío de opciones de entretención en Buin. Su éxito se atribuye a la personalización del servicio: los dueños, siendo de la zona, manejan un trato cercano con los clientes, organizando tardes temáticas, pintacaritas y shows de personajes infantiles. Candy Park demostró que incluso con infraestructura modesta se puede triunfar si se entiende la comunidad objetivo. Ha servido, además, para fidelizar al público local que antes debía viajar a Santiago por cualquier panorama infantil. Este precedente exitoso en Buin pavimentó el camino para proyectos más grandes, mostrando que la demanda existe.
Nuevo Mega Park de Trampolines – Buin: En 2025, Buin recibe su primer parque de trampolines a gran escala (2.000 m²), ubicado en MegaPlaza Buin sobre el Sodimac. Aunque de reciente apertura, proyecta ser un hito regional. Siendo el parque de trampolines más grande del sur de la RM, atraerá no solo a residentes de Buin sino de comunas aledañas como Paine, San Bernardo y incluso Rancagua. Este recinto incluye áreas para todas las edades: canchas de trampolín olímpico, zona ninja warrior, juegos de realidad aumentada y espacios para celebrar cumpleaños. La expectativa es que replique el éxito de instalaciones similares en Santiago pero con la ventaja de una menor competencia local. Su llegada potenciará a Buin como destino de entretenimiento familiar (complementando la oferta del Buin Zoo). Aunque está en sus inicios, ya se observan filas los fines de semana y alta interacción en redes sociales locales comentando la novedad. Será un caso a seguir de cerca, pero todo apunta a que se convertirá en otra instalación exitosa, validando la tesis de que las comunas periféricas demandan y apoyan estos proyectos.
Estos ejemplos en Santiago y Buin evidencian el potencial y la versatilidad de los parques de juegos cubiertos. Desde gigantes inflables en malls urbanos, hasta centros de trampolines en ciudades satélite, pasando por parques infantiles de nicho en comunas pequeñas, todos han encontrado su público. Las claves comunes del éxito han sido: ubicaciones estratégicas (ya sea en un mall concurrido o en una comuna con carencia de entretenciones), fuerte enfoque en seguridad y experiencia del usuario, y adaptarse a las preferencias locales. Con estas referencias, la instalación de un nuevo parque de trampolines en Buin se apalanca en aprendizajes probados, augurando una recepción positiva y contribuyendo a ampliar aún más el dinámico mercado de la entretención infantil en Chile.
Quick Links:
Trampoline parkChildern Indoor Play AreaChildren Indoor PlaygroundIndoor Play SructuresIndoor Playground EquipmentIndoor Playground SupplierKids Indoor PlaygroundIndoor Playground FactoryCopyright Wenzhou Dream Garden Amusement Equipment Co.,Ltd | Sitemaps|Xml
| Privacy Policy|Please contact us!